Las infiltraciones son inyecciones de diferentes tipos de medicamentos o compuestos biológicos dentro de la rodilla.
Las realizamos asistidos por ecografía en la consulta. Lo más común es que la infiltración se prescriba para aliviar un dolor que no cede con el reposo, la ingesta de fármacos u otras medidas; este síntoma puede tener un comienzo repentino y va desde una molestia leve hasta intensa e incapacitante.
El objetivo de la infiltración es poner los medicamentos en un contacto estrecho con el área a tratar.
Corticoides
En casos de dolor agudo e intenso y con un desgaste importante y generalizado de la rodilla.
Se emplea una infiltración con corticosteroides o esteroides, para reducir la inflamación. A menudo, se usa para tratar afecciones como la artritis, tendinitis, bursitis y otras patologías específicas.
Ácido Hialurónico
En casos de dolor moderado ocasional asociado a artrosis parcial o global de la rodilla.
La viscosuplementación (o infiltración de ácido hialurónico) tiene el objetivo de disminuir el dolor articular y mejorar el estado funcional de la articulación artrósica. Este elemento actúa como lubricante y relleno en las articulaciones, por eso es beneficioso para el tratamiento de la artropatía degenerativa de rodilla.
Plasma rico en plaquetas (PRP)
En casos de dolor leve o moderado ocasional asociado a artrosis parcial o global de la rodilla y en lesiones tendinosas alrededor de la rodilla.
Esta terapia aprovecha las propiedades curativas naturales de determinadas sustancias circulantes en la sangre para reparar diferentes tejidos. En el interior de las plaquetas se encuentran unos factores (citoquinas) que, al liberarse, activan algunos mecanismos de reparación de los tejidos dañados
Infiltraciones de PRP: descripción, indicaciones y método.